No sonará raro si afirmo que para muchas personas formar una familia es el mayor de sus sueños. Tampoco extrañará saber que no todas pueden conseguirlo sin ayuda. Algunas de esas personas, después de agotar todas las vías, tratamientos de fertilidad, adopción (opción que, por cierto, lleva ya años prácticamente bloqueada en nuestro país tanto por los gobiernos del Partido Popular como por el actual gobierno socialista), ven en la gestación subrogada el único camino para conseguirlo. Desde que Ciudadanos decidió poner sobre la mesa esta realidad y buscar soluciones para el estado de paralegalidad en el que se encontraba la gestación subrogada, se han dicho muchas barbaridades sobre el tema. Hace unos días, Araceli Martínez, directora del Instituto de la Mujer de CLM, y que las mujeres que deciden gestar el hijo de otras personas son sus víctimas. Reconozco que me sorprende que una mujer que se llama a si misma feminista haga este tipo de aseveraciones sobre lo que hacen otras mujeres libremente con su cuerpo. No hace falta buscar mucho en la hemeroteca para constatar que la Sra. Martínez opina que las mujeres somos libres para decidir si queremos o no ser madres, pero, por alguna razón, no se lo parecemos para hacer un acto de generosidad tan grande como es gestar el hijo de otro.
Me gustaría explicarle a nuestra estimada directora del Instituto castellanomanchego de la Mujer que hay personas que, después de intentarlo todo, ven que la gestación subrogada es la única vía para cumplir su sueño de ser padres. No es el camino ideal. No es su primera opción. Es la única. Esta situación, este deseo irrenunciable hace que muchos, al cerrársele esa puerta en España, busquen fuera esta posibilidad. Y aquí empiezan los problemas, la inseguridad jurídica de los padres, de los niños..Y el descontrol sobre las condiciones de la mujer gestante. Si no se regula, si no hay garantías, es evidente que habrá quienes que, ante esta “demanda”, ofrezcan la gestación subrogada como un servicio a cambio de dinero, convirtiendo lo que debería ser un enorme acto de generosidad en algo más cercano al tráfico de personas. Ante esta realidad hay tres posibilidades; mirar hacia otro lado, que es lo que lleva haciendo el bipartidismo durante décadas; prohibir y negar la existencia de esta opción, que es lo que realmente generaría un verdadero y terrible mercado negro, o enfrentar la realidad con soluciones. Y es en este tercer camino donde se sitúa Ciudadanos.
Nuestra propuesta consiste en regular esta práctica, tomando como ejemplo el muy garantista modelo canadiense, para que sólo pueda darse de forma altruista, protegiendo los derechos de la madre gestante, los padres y, sobre todo, del niño nacido por gestación subrogada.
Existen personas cuya única opción para tener un hijo es la gestación subrogada. Existen, aunque no lo crea nuestra querida Araceli, mujeres maravillosas que desean hacer ese regalo. Existen niños que nacen en estas familias y tienen derecho a ser tratados exactamente igual que cualquier otro niño por la Administración. Existen, y merecen que la política se ocupe de ellos, y no que los insulte o estigmatice. Porque la política debe servir para dar soluciones a los problemas que existen, no para crear problemas nuevos.
Existen. Seámosles útiles.
Orlena De Miguel, portavoz de Ciudadanos (Cs) Castilla-La Mancha.