La líder de los liberales, que hoy se ha reunido con el sindicato ANPE, apela a una “revolución inconformista” y reivindica que “la educación pública hay que defenderla con hechos, no con pancartas”
Albacete, viernes 21 de enero de 2022.- La líder de Ciudadanos en Castilla-La Mancha, Carmen Picazo, ha exigido al Gobierno de García-Page que cumpla el compromiso adquirido con el partido liberal de poner en marcha programas de refuerzo educativo para paliar los efectos de la crisis sanitaria en las dinámicas de los alumnos. “Muchos buenos estudiantes han quedado rezagados y debemos echarles un cable, así se lo planteamos a la Junta en su día, que aceptó nuestra propuesta, pero solo la ha cumplido parcialmente, pues la mitad de los centros han quedado excluidos de estos planes de apoyo”, ha reclamado. Picazo ha mantenido este viernes una reunión de trabajo con Martín Navarro, Cristina Calixto y Manuel Tébar, del sindicato independiente ANPE.
La dirigente naranja ha afirmado que “los liberales tenemos algo muy claro: el principio fundamental de la educación pública es la igualdad de oportunidades, y sin igualdad no hay libertad” y ha lamentado que el ejecutivo socialista “está degradando la calidad de nuestro sistema, por muchas camisetas verdes que se ponga”. Picazo ha destacado que García-Page está fallando en la gestión de las bajas de docentes por COVID, que “no se están haciendo en tiempo y forma”, ha reprochado la falta de información a los profesores sobre los protocolos a seguir cuando sus hijos se contagian y ha exigido “medidas adecuadas para facilitar la conciliación familiar a docentes y padres, especialmente mientras dure la pandemia”.
“La educación de nuestros hijos, la gran esperanza”
Castilla-La Mancha es la tercera comunidad autónoma de España con mayor tasa de fracaso educativo y abandono escolar temprano. Picazo ha remarcado que “si la educación de nuestros hijos es la gran esperanza que, como sociedad, tenemos de cara al futuro, no podemos seguir dejándola en manos de quienes la tienen abandonada”. Por ello ha apelado a una “revolución inconformista para empezar a construir la Castilla-La Mancha que merecemos, empezando por la educación”. Así, ha abogado por la evaluación para los centros educativos, la libertad de elección de centro para los padres y que se vuelvan a valorar principios como el mérito y la capacidad de los alumnos.