El alcalde de la ciudad. Vicente Casañ, y el vicealcalde, Emilio Sáez, ha mantenido un encuentro con parte de la representación de la sociedad albaceteña a la que repercute esta medida
El alcalde de Albacete y concejal de Feria, Vicente Casañ, ha informado que “esta Feria no se hará excepción a la Ordenanza de Convivencia en la que se recoge la prohibición del botellón en el vía pública”. Cada año se congregan en los alrededores de la plaza de toros miles de jóvenes para beber alcohol, muchos de ellos menores de edad, realidad ante la que este equipo de gobierno ha decidido reaccionar. “No se puede consentir que nuestra Feria se quede fijada en el calendario de nuestros jóvenes como un macro botellón”, ha declarado Casañ.
El alcalde recalcó que ésta es una decisión que se ha tomado con altura de miras y después de tener en cuenta la opinión de colectivos sociales implicados, como la Federación de Asociaciones de Vecinos, la Asociación de Hostelería y Turismo de Albacete y la Federación de Comercio.
Al mismo tiempo que se adopta esta decisión, se ha comenzado a trabajar para reforzar la oferta de actividades en Feria que anime a los jóvenes a divertirse de una forma distinta al lesivo consumo de alcohol y participar de la Feria de una forma “cívica y razonable”.
La concentración de personas para el consumo de bebidas alcohólicas, práctica conocida como botellón, se prohibió en la ciudad a través de la Ordenanza Reguladora de Espacios Públicos para el Fomento de la Convivencia que entró en vigor en 2012. Si bien dicho texto prevé que con carácter excepcional pudiera autorizarse dicha práctica. En los últimos años, ha sido habitual que en Feria se permitiese durante algunos días estas concentraciones de personas en torno al alcohol. El año pasado, sin ir más lejos, durante Feria se autorizó durante tres días, uno menos que el año anterior.
Ahora, de cara a esta Feria de septiembre la decisión del equipo de gobierno es la de no autorizarlo durante ningún día. Decisión que se fundamenta en una preocupación por la salud de los menores y jóvenes y también por las molestias, de ruidos y suciedad, que ocasiona dicha concentración a los vecinos de las inmediaciones de la plaza de toros.