Cuando entras a Ciudadanos, cuando te adentras en el partido, cuando estás a pie de cañón en las campañas, aprendes. Aprendes con ganas e ilusión. Y das todo lo que tienes y puedes dar. Pero además, a los jóvenes del partido nos dejan ir más allá. Durante unos días te ofrecen el talento y la experiencia de personas que ya nos representan en las instituciones. En Santander, nos han dado la oportunidad de conocer a nuestros compañeros diputados, tanto nacionales como autonómicos. Nos han enseñado desde protocolo hasta nos han motivado a buscar nuestra mejor versión.
Y es que cuando entré el primer día a una sala llena de personas –con edad cercana a la mía– sonriendo, hablando y llenando todo el Palacio de Exposiciones y Congresos de ilusión, supe que era el sitio correcto. El sitio correcto porque no había espacio para las malas miradas ni las rivalidades ni la competencia. Había compañeros con la mano tendida a escuchar, ayudar y compartir. Y de eso, solo nosotros podemos presumir.
Aprendimos a comunicarnos mejor, aprendimos que no todo sale bien, pero que no debemos rendirnos, aprendimos sobre instituciones. Y mientras aprendimos, conocimos gente de ideas algunas parecidas y otras no tanto. Entonces, llegué a la conclusión de que eso es lo que nos hace ser como partido, como proyecto. Somos capaces de representar, trabajar y llegar a consenso con personas con ideas diferentes, dejando aún más evidente algunas de nuestras virtudes: la diversidad y el trabajo en equipo.
Aún con el ritmo frenético al que trabajamos y captábamos información durante esos días, nos daba tiempo incluso a relacionarnos, a reír, a bailar…
Y es que no todo es el aprendizaje y la experiencia que me llevo. También, gracias al campus y, creo que para todos aquellos que han ido por primera vez, me siento parte aún más si se puede de este proyecto. Nuestras ideas, recogidas en las mesas de trabajo, pasarán muchas de ellas a parar al proyecto del partido. Además, se trabajará posteriormente, para poder llevarlo de forma legislativa y mejorar así la vida de los ciudadanos. Y es que no hace falta ser una eminencia para tener buenas ideas, y eso, el partido lo sabe. Ciudadanos no cae ante el “es que tú eres joven y no sabes”. Ciudadanos te tiene de igual a igual, tengas una edad u otra. Y es que de gotas está hecho el mar.
Hemos disfrutado, hemos compartido, hemos escuchado. Hemos podido hablar con expertos, con personas públicas, con compañeros. No obstante, me quedo con lo aprendido tanto a nivel personal como a nivel profesional. Me quedo con detalles sobre qué no hacer cuando se habla en público o qué debo hacer contra los nervios. Me quedo también con las sonrisas, los compañeros nuevos de viaje y con los consejos. Mi mochila desde que marché de Santander –y que espero que vaya a Ciudad Real– está llena. Llena de ilusión y ganas por trabajar por un proyecto que de verdad ayudará a mucha gente y que por eso, no para de crecer.
Experiencia vivida y experiencia que repetiré. Eso sí, espero que en invierno, los jóvenes castellano-manchejos seamos los que os recibamos con la misma ilusión y con duelos y quebrantos.
Ainhoa Carpintero