Los ediles de la formación naranja recuerdan que su moción recogía las propuestas de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), que representa a más de 32.000 agentes del Cuerpo en todas las escalas a nivel nacional
El Grupo Municipal Ciudadanos (Cs) en el Ayuntamiento de Cuenca ha pedido al concejal responsable de Bomberos, Policía Local y Movilidad, Carlos Navarro, que se retracte públicamente de sus palabras después de que el pasado martes afirmara en el pleno que la formación naranja “había presentado una moción que atentaba contra el honor de la Guardia Civil, y que por esa razón ningún agente los iba a votar”.
María Jesús Amores, portavoz de la formación, ha tildado de “calumniosa” tal afirmación, “porque además de ser falsa -tal y como se puede comprobar en el acta de la sesión plenaria del 28 de abril de 2016 en la que se recoge íntegramente el texto de la moción después de su aprobación-, está hecha de forma maliciosa con la única finalidad de hacer daño”.
Amores ha explicado que la moción, que salió adelante con los votos a favor de PSOE, IU y Cs, recogía las reivindicaciones de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), que representa a más de 32.000 agentes de todo el Cuerpo y en todas las escalas a nivel nacional.
En la exposición de motivos, se señalaba cómo la Guardia Civil, “siendo la institución mejor valorada por la ciudadanía, se veía sometida a precarias condiciones laborales, profesionales, económicas, sociales y de derechos en su día a día, a pesar de su importante misión de salvaguarda de la seguridad y las libertades públicas de los ciudadanos”. Y se recogía la denuncia de la AUGC respecto a las consecuencias que para el Cuerpo tenía la aplicación del nuevo Código Penal Militar, que entró en vigor en enero de ese mismo año.
Por todo ello, en los acuerdos se instaba al Ayuntamiento de Cuenca a manifestar su rechazo a la utilización del régimen disciplinario para impedir que las asociaciones profesionales defendieran los derechos de los guardias civiles y para que éstas pudiesen trasladar sus demandas a la sociedad civil a través de sus representantes.
Entre otras cosas, también se instaba al Gobierno, al ministro del Interior y al director general de la Guardia Civil a paralizar el uso de la potestad disciplinaria contra dirigentes de asociaciones de guardias civiles por ejercer el derecho de asociación profesional y la libertad de expresión; y a que se instará al Gobierno de la Nación a mejorar las condiciones laborales, profesionales, económicas, sociales y los derechos de los miembros de la Guardia Civil, “para que puedan ejercer su trabajo policial en condiciones dignas y a avanzar en la plenitud de derechos de representación colectiva, que culminen en la plena homologación estatutaria con los miembros de la Policía Nacional”.
Por todo lo expuesto, los ediles del Grupo Municipal Ciudadanos han lamentado la actitud de Carlos Navarro, “guiada por la máxima de: calumnia que algo queda”.
Otras declaraciones desafortunadas
Desde la formación naranja se ha lamentado también otras declaraciones “desafortunadas” del Carlos Navarro, “que se dedica a descalificar cuando no tiene argumentos para rebatir las propuestas que se le hacen desde la oposición para mejorar la gestión en las áreas de su competencia”.
Exactamente, Amores se ha referido a la de “falta de madurez política” que hizo a los ediles de la formación naranja; a lo que la portavoz de Cs respondió diciendo que “concejales muy experimentados como usted han sido los que nos han llevado a tener una deuda que supera los 65 millones de euros”. “Si la experiencia sirve para eso, mejor no tenerla”, aseveró la edil ‘naranja’ en el pleno.
También le han reprochado a Navarro que su única salida a la moción de Cs que proponía acometer una decena de actuaciones en materia de seguridad vial en la ciudad fuera la de que “cogieran una lata de pintura y pintaran ellos mismos los pasos de peatones, tal y como habían hecho el año pasado en San Mateo para quitar el yeso y el serrín”.
En este sentido, los ediles de la formación naranja han recordado que el domingo 25 de septiembre de 2016, tres días después de terminar ‘la vaquilla’ y después de haber pedido en varias ocasiones al alcalde que se limpiara la zona, procedieron a hacerlo ellos mismos junto a los empresarios del Casco Antiguo “que estaban viendo cómo sus negocios se veían afectados porque los clientes no se querían sentar en las terrazas por el mal olor”.