Parece que estamos acostumbrados a que en época electoral los partidos políticos hagan a la ciudadanía propuestas económicas difícilmente realizables, asumiendo en parte que en campaña “todo vale”, pero esto no debería ser así. En ocasiones es necesario recordar que el dinero del Estado es dinero de todos, y cuando juegan con temas económicos están jugando con nuestro dinero, con el suyo y con el mío, con el que tenemos en el bolsillo, para afrontar nuestros pagos diarios, y con el que necesitaremos para nuestros pagos futuros.

 

Así, en este periodo, de cara a las elecciones del 26J, la confluencia de partidos de izquierdas, comunistas e independentistas, que forman la ahora llamada IU-PODEMOS, nos prometen una subida del gasto público de 60.000 millones, lo que dispararía aún más la ya altísima deuda pública de España, subiendo la prima de riesgo y aumentando así de manera alarmante el gasto en intereses, con lo que será imposible mantener el estado de bienestar en nuestro país.

Además no aclaran de forma coherente como financiarlo, bueno, algo si sabemos, como que proponen una subida masiva de impuestos a todos los españoles, de unos 28.000 millones, incrementando el impuesto sobre la renta, impuestos de patrimonio y creando otros nuevos que no especifican, y es que, no explican por ejemplo que medidas concretas aplicarán en la lucha contra el fraude fiscal, y su subida de impuestos será asumida principalmente por las clases medias y trabajadoras, como siempre ha pasado con los anteriores gobiernos, y donde está el gran peso de la capacidad recaudatoria, por ejemplo, su propuesta de igualar los tipos impositivos del gasóleo y la gasolina, cuando en España actualmente se aplican los mínimos, hará que el precio del gasóleo suba un 30%, que tras aplicarle el IVA del 21% supondrá una subida de mínimo 12 céntimos por litro, lo que obviamente afecta a todos, y supondrá una subida inmediata del transporte y por tanto de todos los productos transportados.

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Otra de las medidas propuestas desde la coalición IU-PODEMOS es la eliminación de la deducción por vivienda, lo cual supondrá para los millones de personas que compramos una vivienda durante la burbuja inmobiliaria un gasto añadido de 700 euros de media por familia, todo muy popular.

Y también podemos hablar del ejemplo que están dando las llamadas “alcaldesas del cambio”, que son las mejores pagadas actualmente de los consistorios españoles, superando ambas los 100.000 euros al año de ingresos, por no hablar del enchufismo descarado del que están haciendo gala en los mismos.

 

Por otra parte, el PP, presume de una supuesta buena gestión económica que no es tal, comparándose para ello con la todavía peor gestión realizada por el gobierno socialista de Zapatero, y es que, el PP deja una deuda publica récord que supera el 100% del PIB, lo que se traduce en que cada español a la llegada de Rajoy al poder debía 16.000 euros por ese concepto y a su salida debe 23.000, difícil estar orgulloso de este dato, aun habiendo realizado la mayor subida de impuestos de la democracia, incumpliendo lo prometido, la cual, aún bajando los mismos en el último año de legislatura por motivos electorales, supusieron más de 18.000 millones de incremento en los mismos, que pagamos todos los españoles.

 

Ahora el PP propone de nuevo una bajada de impuestos, con escasa credibilidad, ya no sólo por qué hay que compensar los 10.000 millones de déficit extra derivado de su gestión del último año, sino porque a la vez escribe a Juncker comprometiéndose a recortes y subidas de impuestos para cumplir con Europa.

 

Por otra parte el PSOE no propone nada nuevo, propuestas ya fracasadas y subidas de impuestos por importe de 25.000 millones, que claramente tendrán que asumir de nuevo las clases medias a través de sus incrementos propuestos a los impuestos indirectos, impuestos sobre el patrimonio y otros sin especificar para financiar las pensiones.

Desde Ciudadanos realizamos propuestas viables, sujetas todas ellas a una memoria económica, y fácilmente entendibles, como incrementar la lucha contra el fraude fiscal, aumentando las plantillas y los medios, reducidos por el PP, o reclamar los 2.800 millones perdonados ilegalmente por Rajoy y Montoro en su amnistía fiscal, así como recortar el gasto superfluo y las duplicidades en las administraciones públicas, y eliminar deducciones de las que benefician en el impuesto de sociedades las grandes empresas, para equipararnos a la media de recaudación europea en este concepto.

Y es que, aunque estemos en periodo electoral, debemos de respetar la inteligencia de los votantes, así como su dinero, y no utilizarlo de manera demagógica para el juego electoral, a eso nos comprometemos en Ciudadanos.